Sevilla Cofrade

La sede del Mercantil acogerá una exposición sobre los 100 años del Silencio Blanco



La Hermandad de la Amargura celebra este año los primeros cien años de la denominación del Silencio Blanco (1911-2011), tal y como se le conoce en el argot cofrade por su idiosincracia a la hora de hacer su Estación de Penitencia.
Con motivo de esta efeméride, la corporación que preside José Luis del Pueyo va a realizar el próximo mes de marzo, en concreto del 11 al 20 de marzo una exposición bajo el título "C años del Silencio Blanco"en el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, sita en la calle Sierpes nº 76, donde se podrá ver el devenir histórico, artístico y antropológico de la última centuria de la Hermandad.


Música
También habrá sendos conciertos de la Banda de Cornetas y Tambores "Stmo. Cristo de las Tres Caídas" (primer fin de semana) y de la Banda de Música "Ntra. Sra. del Águila" de Alcalá de Guadaira (segundo fin de semana).
Pasión en Sevilla
Fotografía: Álvaro Martín Acosta.


Del pesebre al paso

 

El Gran Poder puso fin a sus anuales cultos con la función principal de instituto que volvió a llenar la Basílica. Con las puertas de la iglesia de par en par y con numerosos fieles a las puertas del templo, se desarrolló este culto – el primer quinario del año – que fue presidido por el Arzobispo de Sevilla Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina.
A las 19:00 horas arrancó la función a la que asistieron numerosos hermanos mayores de las corporaciones de la Madrugá, de la collación y, también, de aquellas que comparten una estrecha relación con la hermandad de San Lorenzo.

Entre ellos, Manuel García (Macarena), Adolfo Vela (Esperanza de Triana), Francisco Javier Bonilla (Santa Genoveva), José Manuel Díaz (Buen Fin), Alberto Ybarra (Silencio), José Ramón Pineda (Soledad de San Lorenzo), José Moreno (Los Gitanos), Francisco Berjano (Vera Cruz), Javier Criado (Pasión) etc. Igualmente, también asistió el Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías, Adolfo Arenas.

Monseñor Asenjo, que los últimos días los había pasado con su familia, en Sigüenza, aseguraba ayer haber viajado desde esa localidad para asistir, puntualmente, a su encuentro con el Gran Poder. Especialmente, se mostró satisfecho de la procesión eucarística que tuvo lugar, casi al finalizar la misa, y que recorrió el perímetro de la plaza. El pasado año, que ya asistió a esta ceremonia, no fue posible la celebración de esta procesión con motivo de la lluvia.
Con esta misa, durante la que se hizo la preceptiva protestación de fe, finaliza el primer quinario del año que marca el inicio de la cuenta atrás para la Cuaresma. Sin dudas, el Niño que ayer, todavía, andaba recostado en una cuna ya ha cogido la cruz para echarse andar por la ciudad

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